Siempre he querido
viajar por todo el mundo.
Soñaba con hacer al menos un viaje largo al año. Me pasaba las horas mirando vuelos y hoteles que no podía permitirme.
Cometí el error de dedicar mi tiempo a lamentarme en vez de invertirlo en buscar la manera de conseguir mi objetivo.
Quiero hacer al menos un viaje largo al año. Voy a hacer al menos un viaje largo al año.
Ahora lo hago a la inversa.
Abro google y busco destinos, precios de vuelos y estancias. Planifico el viaje que quiero hacer y hago una captura de pantalla de la página final antes de la reserva.
También imprimo varias copias y las cuelgo por casa, en sitios visibles: una en el cabezal de la cama, otra en la nevera y la ultima en el espejo del baño.
Una semana en Estambul. Vuelo de ida y vuelta sin escalas.
Una ruta por distintas ciudades turcas , con alojamiento en hoteles céntricos y acogedores. Precio: 299€
He calculado que entre la comida y los desplazamientos necesitaré otros 100€.
Precio total de mi viaje: 399€
El año que viene, justo en éstas fechas estaré viendo la puesta de sol en la terraza que se ve en la fotografía.
Tengo una hucha, una imagen clara de lo que voy a conseguir y una fecha límite.
No puedo permitirme pagar 399€ por un viaje a Turquía ... Pero si puedo meter 1,20€ al dia en la hucha.
Me lo quito del segundo café de tarde y aún me sobran veinte céntimos.
399€ que cuesta mi sueño % 360 días que quedan para comprar los vuelos = 1,10€ al día.
Así que, en realidad, Mi sueño cuesta sólo 1,10€ al día.
